Aspectos clave en el crecimiento de los terneros: Guía completa para ganaderías

El crecimiento de los terneros es un pilar fundamental en cualquier ganadería con aspiraciones de eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad. Bien gestionado, permite optimizar recursos, reducir pérdidas y preparar animales jóvenes con un mejor potencial productivo, ya sea para reposición o para engorde. En esta guía repasaremos las fases más importantes del crecimiento de un ternero, sus retos, buenas prácticas, recomendaciones científicas y consideraciones prácticas que cualquier ganadero o ganadera debe tener en cuenta.

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1. Panorama general: por qué importa el crecimiento temprano de los terneros

Desde el nacimiento hasta la fase de recría o engorde, las decisiones que tomes determinarán en gran medida el rendimiento final del animal. Si el crecimiento de los terneros es subóptimo, los efectos suelen ser irreversibles: se retrasa la entrada en producción, se reduce la eficiencia alimenticia, aumenta la vulnerabilidad a enfermedades y puede disminuir la longevidad o productividad futura.

En el artículo de Universo de la Salud Animal, por ejemplo, se señala que un crecimiento temprano deficiente puede limitar el crecimiento compensatorio posterior y genera mayores costos de alimentación durante el engorde.

Por otro lado, el artículo de Club Ganadero insiste en que las etapas del crecimiento (inicial, intermedia, avanzada) requieren manejos distintos para maximizar el rendimiento y que cometer errores en cualquiera puede comprometer los resultados finales.

En resumen: el crecimiento de los terneros es la base para una recría exitosa, y debe tratarse no como un costo, sino como una inversión estratégica.

2. Principales etapas o fases en el crecimiento de un ternero

Para organizar el manejo y entender los requerimientos, suele dividirse el crecimiento de los terneros en varias fases o etapas. A continuación te explicamos las más utilizadas, y qué prioridades atender en cada una:

Fase / etapa Rango de edad aproximado Enfoque principal Retos comunes Objetivos recomendados
Neonatal / calostral (0‑7 días) Primeras horas hasta primera semana Inmunidad, supervivencia Infecciones, diarreas, fallo inmunológico Buen aporte de calostro, limpieza, manejo del parto
Etapa láctea / pre-destete Desde semanas 1 hasta el destete (8–12 semanas o más) Transición nutricional, desarrollo ruminal Problemas digestivos, mala conversión, enfermedades Introducir alimento sólido, manejo progresivo
Etapa intermedia / crecimiento vigoroso Desde el destete hasta peso medio (por ejemplo, 200‑360 kg) Desarrollo óseo y muscular, eficiencia alimenticia Estrés post-destete, competencia, deficiencias nutricionales Dietas balanceadas, suplementación estratégica
Etapa avanzada de recría / pre-engorde Hasta alcanzar el peso objetivo o momento de engorde Consolidación del potencial productivo Exceso de grasa, desequilibrios nutritivos, enfermedad Manejo fino de energía y proteína, monitoreo constante
Preacondicionamiento para engorde Periodo de transición antes de la fase de engorde Salud, adaptación al manejo intensivo, inmunidad Enfermedades respiratorias, estrés, cambios bruscos Vacunación, manejo sanitario, alimentación de calidad

Estas fases no siempre tienen límites de edad nítidos: el avance dependerá de tu sistema productivo, raza, genética, recursos disponibles y objetivos finales.

2.1 Neonatal y calostral: poner los cimientos en el crecimiento de los terneros

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La primera fase es crítica. Un ternero que arranca mal difícilmente alcanzará su potencial. Aquí van los puntos esenciales:

  • Calostro de calidad y en cantidad: En las primeras horas de vida el ternero debe recibir un calostro rico en anticuerpos (idealmente en las primeras 2–4 horas). Esto le entrega inmunidad pasiva. No basta con la leche normal; hay que asegurar calidad (viscosidad, densidad, titulación) y volumen adecuado.

  • Higiene del parto e instalaciones: Que el ternero nazca en un ambiente limpio, seco, libre de corrientes y con pisos desinfectados reduce riesgos de contaminación y enfermedades.

  • Seguimiento de signos vitales: Que respire bien, que no haya dificultad, que expulse las membranas, etc.

  • Manejo de la temperatura: Las crías son sensibles al frío y a la humedad. Mantener un ambiente térmico adecuado (ni frío intenso ni calor extremo) es esencial para evitar estrés y mortalidad.

  • Monitoreo cercano: En los primeros días el riesgo de mortalidad es más alto. Según datos recogidos por labuvette en Francia, la mortalidad en terneros menores de un mes es de aproximadamente 10,2 %, y casi 7 de cada 10 casos ocurren en las primeras 48 horas.

Si esta fase falla, el crecimiento de los terneros puede verse seriamente comprometido desde el principio.

2.2 Etapa láctea / pre-destete

 

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Aquí el objetivo es mantener un crecimiento sólido mientras se estimula la capacidad ruminal y se prepara al ternero para el cambio a alimentos sólidos. Es uno de los momentos más desafiantes en el crecimiento de los terneros:

Aspectos clave:

  1. Mantenimiento de una buena ganancia diaria de peso (GMD)
    Se recomienda una GMD (Ganancia Media Diaria) de entre 600 y 800 g/día en esta etapa — muchos autores sugieren que el ternero debería haber duplicado su peso al nacimiento al momento del destete.
    Si la GMD es inferior a ~700 g/día entre 0 y 6 meses, las terneras tienen riesgo elevado de “desvieje” antes del tercer parto — es decir, problemas productivos prematuros.

  2. Ingreso progresivo de alimento sólido
    A partir de la segunda o tercera semana de vida se recomienda comenzar a ofrecer concentrados balanceados y forraje de buena calidad. Esto no es solo suplementación: es estimular el desarrollo ruminal.
    Esto también ayuda a suavizar la transición al destete.  En Agrogargallo producimos un pienso ideal para este momento (Inicio Plus) y también contamos con la Papilla LactoBaby de GAV-ALLFEED que, gracias a su formulación equilibrada, su textura digerible y su alto nivel de apetencia, ayuda de forma directa a los becerros de cara el destete final, estimulando y activando su sistema ruminal de forma óptima.

  3. Destete gradual
    Hacer un cese abrupto de la leche puede generar estrés, caída en consumo de alimento sólido, pérdidas de peso e incluso problemas digestivos o respiratorios. Un destete progresivo, donde la cantidad de leche se reduce gradualmente mientras se incrementa la ración de concentrado/forraje, suele funcionar mejor.
    En términos prácticos, algunos criterios para realizar el destete son:

    • Edad entre 8 y 10 semanas (aunque puede variar según sistema).

    • Que el ternero consuma al menos 2 kg/día de alimento sólido antes del destete.

    • Que haya duplicado su peso de nacimiento antes del destete.

  4. Manejo sanitario preventivo
    En esta fase es frecuente la aparición de diarreas, infecciones entéricas o respiratorias. Vacunaciones tempranas, desparasitación, control de higiene, separación de animales enfermos, ventilación adecuada son necesarias.

Una forma combinable con la facilidad en el manejo es usar bloques, como los Replyn, y trabajar desde la prevención con productos de naturopatía – como el Enterogav de GAV-Allfeed- o con alimentos complementarios para regular el equilibrio hídrico como el AS-Vital cuando ya aparecen los primeros síntomas de diarreas.

  1. Monitorización de peso y salud
    Llevar un registro del peso y estado corporal permite detectar retrasos o problemas a tiempo. Incluso tecnologías modernas como sistemas automáticos de monitoreo alimenticio o de peso por imagen ya están siendo utilizadas con éxito en trabajos recientes.

 

2.3 Etapa intermedia / crecimiento vigoroso

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Una vez que el ternero supera el destete, inicia una etapa de crecimiento más vigoroso y eficiencia alimenticia. Aquí deben buscarse condiciones que maximicen el desarrollo esquelético y muscular, evitando que se acumule grasa en exceso antes de lo deseado.

Puntos fundamentales:

  • Dieta balanceada
    En esta fase demanda energética y proteica es más alta. Se deben formular raciones con niveles adecuados de proteína (por ejemplo en torno al 14–16 % o más, dependiendo del sistema) y energía, ajustando la proporción de fibra estructural para mantener la salud ruminal. Se trata de buscar la formulación ideal según las casuísticas y contexto de cada granja para así lograr -y sostener- un ritmo elevado de ganancia al mismo tiempo que protegemos su sistema inmunológico.

  • Uso de suplementación mineral y aditivos
    Microminerales (zinc, selenio, cobre, etc.) y vitaminas tienen un papel clave en el crecimiento, la función inmune y la prevención de deficiencias. Lo ideal incluir suplementos vitamínicos y minerales como complemento necesario para estimular el crecimiento de terneros. Un ejemplo de ello son los bloques Replyn -con factor desparasitante también- o los bloques de Crystalyx Mentholyx, que actúan como refuerzo fisiológico-nutricional en situaciones de estrés.

  • Manejo del estrés post-destete
    En el inicio de esta etapa, los animales están más vulnerables a enfermedades respiratorias, estrés por cambio de dieta, socialización y transporte. Un manejo cuidadoso de la granja, ventilación, densidad de alojamiento y alimentación constante es vital. Aquí también es muy importante suplementar y, un producto ideal para hacerlo es el Crystalyx Mentholyx que acabamos de nombrar en el punto anterior!

  • Monitoreo continuo
    Revisiones frecuentes de peso, condición corporal, consumo y salud permiten ajustar la dieta y el manejo a tiempo.

 

2.4 Etapa avanzada de recría / pre-engorde

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Cuando el animal alcanza pesos intermedios y ya está caminando hacia el objetivo productivo (sea engorde intensivo o carne a campo), es momento de pulir su desempeño. Aquí conviene ajustar la nutrición hacia un equilibrio más fino entre energía y proteína, controlar excesos de grasa, y mantener la salud en óptimas condiciones.

  • Ajustes nutricionales
    Conforme el crecimiento óseo-muscular se estabiliza, la sensibilidad a la energía y exceso de grasa aumenta. Es necesario ajustar las densidades calóricas de las raciones. En estas fases del cebo predomina la deposición de grasa, por lo que hay que diseñar estrategias según el sexo, raza y genotipo.
    Las raciones deben acompañar la demanda metabólica real del animal.

  • Salud preventiva intensiva
    En estas etapas los animales pueden ser más susceptibles a enfermedades ya que están más próximos a condiciones intensivas de engorde. El preacondicionamiento (vacunaciones, manejo sanitario, reducción de estrés) es parte esencial del éxito final.

  • Preparación para el engorde
    Si tu sistema va a rematar con engorde intensivo (feedlot), debes preparar al animal para ese entorno: acostumbrarlo a piensos concentrados, adaptar su microbiota ruminal, robustecer su sistema inmune y hacerlo tolerante a los cambios que vendrán. El concepto de preacondicionamiento es precisamente esta preparación antes de someterlo a un manejo más exigente.

 

2.5 Preacondicionamiento al engorde: la fase de transición crítica en el crecimiento de los terneros

El uso del término “preacondicionamiento” implica que antes de llevar el ternero al engorde intensivo, debe pasar por una fase donde se fortalezcan sus defensas, salud, hábito alimentario y adaptación al estrés.

Según Universo de la Salud Animal, las estrategias de preacondicionamiento más efectivas son:

  • Un destete gradual y controlado para minimizar el impacto metabólico y de estrés.

  • Programas sanitarios completos: vacunas contra enfermedades respiratorias y digestivas, control parasitario, manejo de instalaciones.

  • Atención al transporte y manejo de traslado, ya que muchas pérdidas y enfermedades ocurren precisamente después de los movimientos.

  • Ambiente limpio, ventilado y cómodo: instalaciones que reduzcan el riesgo de enfermedades y estrés.

El preacondicionamiento reduce la incidencia de enfermedades durante el engorde (como las enfermedades respiratorias, BRD, uno de los mayores desafíos), mejora la eficiencia alimenticia y asegura que el potencial de crecimiento ya obtenido no se pierda con problemas sanitarios o estrés.

3. Factores que condicionan el crecimiento de los terneros

Para que el crecimiento de los terneros se desarrolle de manera óptima, no basta con seguir etapas: hay múltiples factores (algunos controlables, otros no) que inciden directamente:

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3.1 Genética y carácter individual

Cada animal tiene un límite genético: algunas líneas tienen mejor capacidad de conversión, mayor crecimiento muscular, mejores índices sanitarios, etc. La selección de reproductores con buenos caracteres genéticos, incluidos parámetros de crecimiento predestete, es clave.

Además, los animales reaccionan de forma individual: el ambiente, la condición al nacer y factores epigenéticos influirán en su desarrollo.

3.2 Nutrición: calidad, cantidad y balance

La nutrición es el factor que más puede modificarse. Pero no basta con “dar más alimento”: debe ser el alimento correcto, en el momento y con el balance adecuado entre energía, proteína, fibra, vitaminas y minerales.

  • Un exceso energético prematuro genera grasa no deseada.

  • Un déficit determina restricción del crecimiento.

  • La calidad del forraje (digestibilidad, contenido proteico) importa.

  • Complementar con concentrados en etapas críticas ayuda a asegurar que las necesidades nutricionales estén cubiertas.

La literatura advierte que la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) tiende a recomendar niveles de forraje que pueden no ser suficientes para mantener un crecimiento adecuado sin mayor aporte lácteo o concentrado en etapas tempranas.

3.3 Manejo y bienestar

Aspectos como densidad de alojamiento, ventilación, limpieza, corrientes de aire, baja humedad, control térmico, manejo del estrés, agrupamientos adecuados por edad/tamaño son determinantes.

Un ejemplo: una buena ventilación y condiciones ambientales reduce la incidencia de enfermedades respiratorias, que son uno de los principales frenos al crecimiento.

3.4 Sanidad y prevención de enfermedades

La carga sanitaria es uno de los factores más críticos. Diarreas, infecciones del sistema digestivo, neumonías, parásitos intestinales o pulmonares pueden desacelerar el crecimiento gravemente.

Un programa preventivo correcto incluye vacunación, desparasitación, bioseguridad, limpieza de instalaciones, manejo de animales enfermos por separado, seguimiento sanitario, etc.

3.5 Monitorización, datos y ajustes

No puedes manejar lo que no mides. Llevar registros regulares de peso, consumo, conversión, mortalidad, incidencias sanitarias, entre otros, te permite comparar con estándares o establecer tus propias metas y detectar fallas temprano.

Además, sistemas automatizados de monitoreo de alimentación o comportamientos (movimiento, ingesta, peso por imagen) están emergiendo como herramientas útiles de precisión.

3.6 Estrategias complementarias: creep feeding, desacople de la madre

En explotaciones de pastoreo, una herramienta interesante es el creep feeding (alimentar suplementariamente al ternero mientras permanece al pie de la madre). Esto permite aumentar su ingesta de nutrientes sin sobrecargar a la vaca.

Pero ¡ojo!

Si se decide usar estas herramientas, deben integrarse cuidadosamente al plan nutricional general.

4. Metas orientativas de crecimiento: ¿qué valores buscar?

Para que el crecimiento de los terneros esté en la senda adecuada, conviene tener metas orientativas (que puedes adaptar según tu sistema). Estas son algunas referencias:

  • Duplicar el peso de nacimiento al momento del destete.

  • Ganancia diaria (GMD) de entre 600 y 800 g/día en la etapa de lactancia/pre-destete.

  • Si el crecimiento es inferior a ~700 g/día entre 0 y 6 meses, hay riesgo de impacto productivo severo.

  • En cuanto al peso al destete, algunos sistemas apuntan a valores entre 160‑200 kg o equivalentes según la raza y sistema productivo.

  • Para hembras, lograr que estén listas para su primera inseminación o cubrición alrededor de los 22–24 meses con peso de entre 300‑350 kg, dependiendo de la región y genética.

  • En la fase avanzada, lograr una conversión alimenticia favorable y evitar sobreacumulación de grasa.

Estas cifras no son reglas absolutas, pero sirven como referencia para comparar tu propia explotación.

5. Buenas prácticas clave para maximizar el crecimiento de los terneros

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Para ayudarte a aterrizar toda esta teoría en el día a día de la granja, te comparto una “lista de chequeo” de buenas prácticas:

  1. Asegura el calostro

    • Volumen suficiente (válido para tu raza)

    • Calidad (antígeno, densidad). Un ejemplo de BUEN CALOSTRO es el Turbo Calostrum, de Schills.

    • Entrega temprana (primas horas)

  2. Mantén limpieza e higiene extremas

    • Desinfección de instalaciones tras cada uso

    • Camas secas

    • Separación rápida de animales enfermos

  3. Administración progresiva de leche / sustitutos lácteos

    • Control de temperatura y preparación correcta

    • Usar sustitutos lácteos -evitando la dextrosa- de buena calidad como el Vitalait TOP de Schils que usamos en cientos de granjas desde Agrogargallo
    • Evitar cambios bruscos

    • Monitorear consumo

  4. Introducción temprana y cuidadosa de alimento sólido

    • Concentrados balanceados

    • Forraje de buena calidad

    • Ajustar gradualmente

  5. Destete progresivo y basado en indicadores de consumo

    • No depender únicamente de la edad

    • Que el ternero consuma cierta cantidad de alimento sólido antes de reducir la leche

  6. Formulación adecuada en cada etapa

    • Ajuste de energía y proteína

    • Inclusión de ingredientes digestibles

    • Uso de minerales, vitaminas, aditivos si es necesario

  7. Manejo de estrés y ambiente adecuado

    • Ventilación, sombra, refugio

    • Espacios suficientes (densidad moderada)

    • Agrupamientos homogéneos

  8. Programa sanitario preventivo estricto

    • Vacunaciones programadas

    • Desparasitación interna/externa

    • Vigilancia constante

    • Buena bioseguridad

  9. Monitoreo constante y registro de datos

    • Peso, índices productivos, mortalidad, enfermedades

    • Comparar contra metas y estándares

    • Ajustar estrategias con base en datos

  10. Preparación anticipada al engorde

    • Preacondicionamiento, adaptación a piensos concentrados

    • Manejo de transporte, cambios de dieta suaves

Si estas prácticas se aplican con disciplina, el crecimiento de los terneros tenderá a acercarse a su máximo potencial.

6. Retos comunes y cómo superarlos

Durante el crecimiento de los terneros pueden aparecer diversos problemas que ralentizan o comprometen el desarrollo. Aquí algunos frecuentes y sugerencias para abordarlos:

6.1 Desmoralización o falta de apetito tras el destete

El cambio puede ser muy estresante. Para minimizarlo:

  • Hacer el destete un proceso gradual

  • No agrupar varios cambios (destete + traslado + cambio de alimentación todo al mismo tiempo)

  • Asegurar que el ternero ya conoce el concentrado antes del destete

  • Proveer forraje suave y apetecible

6.2 Enfermedades digestivas (diarrea, enteritis)

Son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en terneros jóvenes.

  • Prevenir con buenas prácticas de higiene

  • Usar probióticos o aditivos digestivos moderadamente

  • Diagnóstico temprano y manejo adecuado

6.3 Enfermedades respiratorias

Muy comunes en época post-destete o cuando hay cambios de ambiente.

  • Buen diseño de instalaciones (ventilación, evitar corrientes)

  • Vacunaciones oportunas

  • Evitar superpoblación

  • Manejo de estrés

6.4 Restricciones nutricionales no detectadas

Cuando los requerimientos no están bien balanceados o el alimento no es de calidad.

  • Revisar formulaciones periódicamente

  • Analizar la calidad del forraje

  • Ajustar con suplementos minerales y vitamínicos

6.5 Falta de adaptación al engorde

Si no se preparan bien para la fase de engorde, los animales pueden caer en enfermedades o tener menor conversión.

  • Antes de pasar al engorde puro, pasar por preacondicionamiento

  • Adaptar sistema digestivo al cambio

  • Introducir gradualmente los piensos intensivos

 

7. Conclusión: una mirada estratégica al crecimiento

El crecimiento de los terneros no es simplemente una etapa intermedia entre nacimiento y engorde o producción: es una ventana decisiva donde se moldea el potencial productivo del animal. Si haces bien las cosas —calostro adecuado, nutrición progresiva, buen manejo, prevención sanitaria, monitoreo constante y preacondicionamiento— estarás abonando a resultados superiores en eficiencia, salud, velocidad de crecimiento y rentabilidad.

Recuerda que cada explotación es diferente: clima, genética, recursos, mercado y sistema productivo condicionan las decisiones. Lo importante es tener una estrategia clara, objetivos medibles, registros robustos y la capacidad de ajustar sobre la marcha.

Desde Agrogargallo podemos ayudarte a adaptar esta guía a tu ganadería, con recomendaciones específicas según la situación actual y contexto de tu granja. ¡Contáctanos!

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